Murió Juan Ortelli, exdirector de la revista Rolling Stone, a los 43 años
Este lunes se conoció la noticia de la muerte de Juan Ortelli, el exdirector de la edición argentina de la revista Rolling Stone. El periodista de 43 años falleció este fin de semana, tal como ...
Este lunes se conoció la noticia de la muerte de Juan Ortelli, el exdirector de la edición argentina de la revista Rolling Stone. El periodista de 43 años falleció este fin de semana, tal como confirmó su colega y amigo Pablo Plotkin, quien le dedicó un posteo en su cuenta de la red social Instagram.
En diálogo con LA NACION, Plotkin, también exdirector de la mencionada revista, comentó que Ortelli estaba medicado por problemas circulatorios, los cuales no le impedían llevar con normalidad su día a día. El periodista fue encontrado sin vida en su departamento y se realizará próximamente una autopsia para conocer las causas del deceso.
“Además de ser el gran narrador del rap de competición y su diáspora musical, Juan Ortelli fue un periodista extraordinario, apasionado como pocos y con un talento artesanal para la edición de revistas. Vino de la nada, sin contactos ni circuitos de pertenencia, y antes de los treinta llegó a dirigir la Rolling Stone“, escribió este lunes por la mañana.
Y añadió: “Tenía un amor reverencial por la marca y por la historia del periodismo gráfico. Era un cultor romántico del mito de la prensa escrita, uno de los últimos de esa especie. El mundo muchas veces le quedaba incómodo. Dejaba todo en el trabajo, esperaba lo mismo del resto y sufría horrores y se enojaba cuando las cosas no eran como pretendía. En el último tiempo, alejado de las redacciones, fue intérprete y protagonista de la transición de las competencias improvisadas a las escritas, con la Liga Bazooka como emblema. Trabajaba desde hacía años en un libro monumental sobre la historia del rap en español, una verdadera biblia del movimiento".
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En el mismo posteo, Plotkin también recordó cómo fue el momento en que se conocieron: “En esa época escribía notas llenas de datos, emoción y movimiento, desprolijas y vitales, como si tradujera el carrete de diapositivas que le pasaba a toda velocidad por la ventana del Sarmiento. Su primera gran crónica para Rolling Stone, publicada en 2004, contó el surgimiento de las batallas de rap callejeras antes de la Red Bull, del Halabalusa, del Quinto Escalón y de todo. Algo de ese flow latía en su escritura, pero sería injusto recordarlo solo por su cualidad de difusor y analista del género urbano".
Pesar en la comunidad del hip hopAl mundo de las batallas de rap y el freestyle Juan Ortelli lo conoció como la palma de la mano. Lo vio nacer y crecer en el Parque Rivadavia en días de El Quinto Escalón, supo ser jurado de las batallas organizadas por Red Bull y, más recientemente, de la Liga Bazooka, una liga de batallas de rap escritas que crece a pasos agigantados. Un verdadero referente del género desde el periodismo, desde la producción y desde su rol de jurado y descubridor de nuevos talentos. “Para los cantantes hay referentes. Para los deportistas, musicos, artistas, para todos siempre hay alguien que los inspira a ser mas. Para los comunicadores, ese referente era Juan Ortelli. Todos queríamos llegar a ser el 1% de lo que fue”, escribió en su cuenta de X el periodista y host chileno B Side.
Ortelli llegó desde su Mendoza natal a los veinte y al poco tiempo se sumó a la revista Rolling Stone, hasta lelgar a dirigirla, entre 2013 y 2018. Desde sus páginas, rápidamente sus textos tomaron relevancia por mostrar con crudeza el mundo de los músicos de rock.
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Entre los periodistas de la cultura rock cada tanto regresa el recuerdo de sus comentadas entrevistas con Manuel Quieto, el cantante de La Mancha de Rolando o Pity Álvarez, a quien entrevistó en una histórica nota de tapa de 2008, cuando el músico grababa el que sería el último disco de Intoxicados.
“1, 2, 3, 4 segundos… 7, 8, 9, 10… Pity Álvarez está en el fondo de la pileta. La propuesta fue tan impredecible como él: ‘Antes de la entrevista, les juego a ver quién aguanta más abajo del agua’. 24, 25, 26… Yo no aguanto más. El agua está aceitosa y tiene olor a perro. 43, 44, 45… Abandono. 1 minuto 10 segundos. Abandona Fer, el fotógrafo. Minuto 20, minuto 30, ¡1 minuto 40 segundos! El cuerpo de Pity flota ahora en la superficie. Llegamos a los 2 minutos. Pity no se mueve. Pity está en coma, pienso. No me le animo a la respiración boca a boca. Así que salteo esa parte y le grito al sol: ¡Nooooooooooooo! ¡Nooooooooooooooooooo! Pity está muerto.
Y no, que va a estar: Pity emerge del estanque con una sonrisa.
Pity no murió“.
Así comenzaba aquella entrevista que Juan mantuvo con Pity y que desde el vamos mostraba la cercanía, el grado de intimidad al que podía acceder en sus notas.